Las semillas de sésamo contienen aproximadamente entre un 50-60% de aceite de alta calidad rico en ácidos grasos instaurados (linoleico, oleico), fibra, macronutrientes (zinc, magnesio, fósforo, calcio) i antioxidantes naturales que confieren a una buena capacidad funcional sobre la salud.

Otros compuestos disponibles en el sésamo son los fitoesteroles entre los que se incluyen el sitoesterol, campesterol, estigmasterol; entre otros. Estos son triterpenos con una amplia bioactividad, que incluyen efectos antiinflamatorios, antibacterianos, antioxidantes y mutagénicos. Por lo tanto:

• Favorecen el funcionamiento del aparato digestivo y protege la flora
• Los àcidos grasos poliinsaturados ayudan a reducir el colesterol, y por lo tanto, previenen enfermedades carddiovasculares.
• Fortalece el sistema
• Retrasa el envejecimiento
• Mejora la circulación.

Para aprovechar las propiedades del sésamo en nuestro organismo debemos triturar las semillas hasta que queden parcialmente molidas. Si no se trituran antes de incorporarlas, entonces hay que masticarlas muy bien, sino no podremos absorber todos sus nutrientes. También es mejor tostarlas; se pueden tostar fácilmente en casa utilizando una sartén. Solo tendrás que tostarlas a fuego bajo para no alterar las propiedades durante unos 3 minutos o hasta que desprendan aroma.

Podemos tomar con variedad de alimentos: ensaladas, batidos, yogures, verduras, mezclarlas con cremas…además de esto las semillas de sésamo también ofrecen un aroma y sabor agradables que no pasa desapercibido. El tahini es uno de los productos estrellas actualmente relacionado con las semillas de sésamo. Consta de una pasta suave y cremosa elaborada de semillas de sésamo tostadas y molidas y es un ingrediente fundamental de muchas elaboraciones en distintas regiones como por ejemplo el humus.