Tratamientos actuales más efectivos para eliminar la grasa abdominal en mujeres

Expectativas: ¿podemos hablar realmente de “eliminar” grasa?

Imagina la grasa como si fueran globos.

A más globos haya y más llenos de aire estén, mayor volumen. 

Cada globo es un adipocito, la célula que almacena grasa. Influidos por la genética y las hormonas, forman acúmulos localizados muy difíciles de eliminar con dieta y ejercicio (en mujeres en abdomen, muslos, piernas y glúteos). 

Y más con los años…

¿Cómo puedes reducir estos acúmulos? 

Pues destruyendo globos (adipocitos) para que haya menos o “desinflándolos” para que sean más pequeños. Los tratamientos actúan de un modo u otro para lograr un vientre más plano, corregir irregularidades del contorno y definir la silueta.

¿Qué ocurre?

• • Si destruyes un acúmulo graso, el organismo en condiciones normales no lo regenera porque no crea nuevos adipocitos. Si coges algo de peso, se distribuye más en bloque por el resto del tejido adiposo, no en esa zona concreta.
  • Si lo “desinflas”, lo que estás haciendo es estimular la lipólisis. Romper la grasa que guarda el adipocito para que la libere y el cuerpo la “queme”. Pero el adipocito sigue ahí… Si engordas o ya no aplicas ese estímulo, se vuelve a “inflar”. 

En ambos casos eliminas grasa, pero a largo plazo los resultados cambian. 

• • Al destruir un acúmulo, el efecto es permanente. En la inmensa mayoría de adultos solo se reproduciría otra vez con un sobrepeso sostenido u obesidad.
  • Si lo “desinflas” activando la lipólisis, necesitarás tratarte cada X tiempo para mantener el resultado. Y este no será tan evidente como si lo destruyes.

Vaya por delante que no hablamos de procedimientos para adelgazar. No sustituyen los hábitos saludables ni sirven para corregir la obesidad.

Grasa subcutánea VS visceral: ¿qué estamos tratando?

Punto importante, fíjate.

La grasa se deposita principalmente:

• • Bajo la piel (grasa subcutánea, representa el 80-90% del total).
  • Alrededor de los órganos internos (grasa visceral). 

El acúmulo de grasa visceral en el abdomen es lo que más se relaciona con riesgo de distintas patologías. Hipertensión, enfermedad cardiovascular, diabetes…

Con la edad esta aumenta y, además, las mujeres con la menopausia pasan de almacenar sobre todo grasa subcutánea en caderas, glúteos y muslos a depositarla más a nivel visceral abdominal. 

Tras un embarazo también se desarrolla más esta adiposidad.

¿A dónde quiero llegar?

A que los tratamientos solo eliminan la grasa subcutánea, que es la que nos causa un defecto estético (la “barriguita”) y nos aleja de la figura deseada. Tenlo en cuenta si te has hecho un estudio, te ha salido alta la grasa visceral y buscas cómo reducirla. 

Ambas adiposidades responden muy bien al estilo de vida. Por eso, como veremos luego, es esencial un abordaje 360 para remodelar el abdomen y ganar salud.

¿Hay diferencias respecto a los tratamientos en hombres?

En realidad no.

Los tratamientos que se utilizan para eliminar el exceso de grasa abdominal en mujeres son los mismos que en hombres.

Sí puede ocurrir que se requiera una combinación concreta de técnicas porque haya necesidades específicas tras un embarazo, la menopausia, etc.

El otro día por ejemplo vino una paciente a Cànons Clinics que había dado a luz. Se le habían quedado depósitos grasos localizados en el bajo vientre y los flancos (no se le iban con nada). También muchas estrías y la piel algo suelta.

Hicimos entonces un procedimiento más global para corregir todo ello, moldear su figura y devolver el aspecto juvenil y terso a su abdomen. 

Quedó encantada.

O por ejemplo, si durante la consulta vemos que la paciente se beneficiaría aparte de un tratamiento para la celulitis y la flacidez en las piernas, pues lo recomendamos. 

Más allá de eso se trata igual la grasa en mujeres y hombres. Que se usen unas u otras técnicas depende más de lo que necesite la persona y no tanto de su sexo.

Métodos sin cirugía

El gran reclamo.

Hay varios tratamientos de medicina estética corporal que permiten eliminar la grasa del abdomen en mujeres sin pasar por un quirófano. Se aplican sobre la piel sin incisiones ni anestesia. La recuperación es inmediata y las molestias mínimas. 

Los principales:

• • Criolipólisis. Colocamos un dispositivo que congela de forma selectiva los adipocitos para inducir su muerte y que el organismo las deseche.
  • Ultrasonidos. Destruímos la célula grasa con ondas sónicas que actúan mediante mecanismos térmicos y mecánicos (cavitación). 
  • Radiofrecuencia. Producimos un calor controlado que elimina los adipocitos sin dañar otros tejidos. Estimula además el colágeno, reafirmando la piel.
  • Láser lipolítico. Efecto parecido al de la radiofrecuencia, pero el calentamiento lo consigue con un láser concreto.
  • Ondas de choque. Otro método para causar la descomposición del tejido graso. En este caso con ondas acústicas.
  • Mesoterapia. Infiltramos en la piel sustancias que destruyen el adipocito o que inducen la lipólisis para que libere grasa.
  • Terapia de luz roja. Usamos un láser de baja intensidad para abrir pequeños poros en la célula y que pierda contenido graso.
  • Carboxiterapia. Inyectamos dióxido de carbono en dosis terapéuticas. También activa la lipólisis.
  • Electroestimulación corporal. Provocamos contracciones en el músculo abdominal para que demande energía y por tanto use la grasa acumulada.

Son técnicas muy seguras si las hace un médico estético (cuidado con las alternativas no médicas. Menor potencia, menor control… más riesgos).

¿Desventajas?

Lo primero lo que te decía al principio: destruir el adipocito VS “desinflarlo”. 

Los tratamientos que desinflan (estimulan la lipólisis) no son permanentes. Los que destruyen sí (en especial la criolipólisis y la radiofrecuencia monopolar), aunque igualmente se quedan cortos para grandes depósitos de grasa.

Lo segundo es que se requieren varias sesiones para reducir el abdomen. El efecto es gradual (hay mujeres que lo prefieren).

Procedimientos quirúrgicos

La liposucción es la operación por excelencia para eliminar grasa localizada.

Tiene 3 ventajas primordiales:

• • Corrige acúmulos grasos severos en 1 sola sesión. La cirugía llega donde no llegan ni el estilo de vida ni los tratamientos estéticos, que son para depósitos leves. Y lo hace de forma definitiva en un único procedimiento. 
  • Mayor reducción y definición abdominal. Extraemos directamente la adiposidad con unas finas cánulas. El resultado que se obtiene es mucho más evidente en cuanto a la mejora del volumen y el contorno corporal.
  • Permite remodelar más la figura. La misma grasita que sacamos la podemos aprovechar para corregir otras zonas (piernas, glúteos, pecho…) y lograr una silueta más homogénea y estilizada. Es lo que se llama lipoescultura.

Claro, pero esto implica quirófano, anestesia, incisiones…

Las cosas han cambiado mucho.

La tecnología médica avanza a un ritmo frenético y hoy ya tenemos técnicas que permiten operar con la máxima seguridad dejando mínimas cicatrices. El porcentaje de satisfacción entre las pacientes es muy elevado.

De hecho, en mujeres la liposucción es la segunda intervención estética más demandada según el último estudio de la SECPRE. Solo la supera el aumento de pecho.

Por cierto…

No la confundas con la abdominoplastia. Esta es una cirugía plástica corporal que trata piel, grasa y musculatura del abdomen. La lipo es esencialmente para la grasa.

Resultado de lipoescultura láser asistida. Se aprecia una marcada disminución abdominal y mejora del contorno

Nuestra técnica de elección para eliminar grasa localizada

La grasa abdominal es una consulta muy habitual en Cànons Clinics.

Llevamos más de 20 años atendiendo a mujeres que buscan un tratamiento efectivo para eliminar esos acúmulos resistentes y lograr una figura más esbelta. 

¿Qué hemos visto que funciona mejor? 

Sin duda la liposucción asistida por láser o lipoláser. Es la técnica de elección si quieres los mejores resultados con la menor afectación de tu día a día.

Es una cirugía mínimamente invasiva. En 24-48 horas haces vida prácticamente normal. Y las incisiones son muy pequeñitas. La cicatriz es casi imperceptible.

En mi experiencia es superior a la lipo tradicional por 3 razones:

• • Menos complicaciones. El láser disuelve y ayuda a extraer mejor el tejido graso, además de que coagula los vasos sanguíneos. Se reducen así los sangrados y la recuperación es más cómoda y rápida. 
  • Mayor tensado de la piel. La ventaja clave. El láser estimula el colágeno y la retracción cutánea. Esto lo hace muy útil en pacientes con algo de flacidez, ya que la piel se adapta muchísimo mejor a la nueva silueta.
  • Mayor definición. El láser también nos da precisión a la hora de eliminar la adiposidad, corregir el contorno y evitar irregularidades en el abdomen. 

Resumiendo…

Es una liposucción más eficiente y segura siempre que la realice un cirujano plástico especialista. Nosotros hemos operado a más de 500 pacientes con excelentes resultados.

¿Y tratamientos no quirúrgicos?

La radiofrecuencia multipolar, la electroestimulación muscular y la mesoterapia funcionan bastante bien para la adiposidad localizada. 

Pero la verdad es que los hacemos poco. 

A no ser que la cirugía esté contraindicada por algún motivo de salud, la mayoría prefiere operarse cuando conoce las ventajas.

Lo que marca realmente la diferencia para un resultado bonito

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