Rinoplastia Ultrasónica en Cànons Clinics

La rinoplastia ultrasónica está considerada como una de las técnicas más avanzadas en lo que se refiere a cirugía estética, alcanzando los primeros puestos en intervenciones más demandadas en nuestro país.

Gracias a los últimos avances e investigaciones, esta técnica es mucho menos dolorosa y ha aumentado su precisión. La rinoplastia tradicional tiene mucho que envidiar a la que está basada en ultrasonidos, ya que es menos agresiva.

Los especialistas comenzaron a utilizar esta técnica en lo que se llama cirugía ósea ultrasónica en el maxilofacial, gracias a su avanzado rendimiento y a unos resultados fantásticos, se ha ido ampliando a otros aspectos, consiguiendo una gran cantidad de beneficios en toda la cara.

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¿Qué beneficios tiene la rinoplastia ultrasónica?

La rinoplastia ultrasónica posee 4 ventajas principales que la han convertido en una intervención a tener en cuenta si quieres dar un cambio a tu apariencia:

  1. Precisión. El instrumental más avanzado es el que permite que el hueso de la nariz pueda ser remodelado de forma precisa, permitiendo que los defectos desaparezcan sin que se queden cicatrices visibles, fracturas o huesos inestables.
  2. Traumatismo. No tendrás que preocuparte por si se producen edemas, moretones o inflamación, ya que no son habituales. Estos son efectos secundarios frecuentes que aparecían en la rinoplastia tradicional.
  3. Resultados. Los expertos indican que con los resultados se consiguen muy pocas irregularidades y asimetrías, permitiendo que algunos defectos como las narices anchas sean corregidos en poco tiempo.
  4. Recuperación. Los pacientes que ya se han sometido a este tratamiento agradecen que el tiempo de recuperación sea más rápido. Esto es debido a que, como apenas existe traumatismo, se puede volver a realizar vida normal en un periodo más corto de tiempo.


Sin apenas marcas visibles

¿En qué se diferencia la rinoplastia ultrasónica con la tradicional exactamente? Los expertos en este sector indican que se utilizan los ultrasonidos para limar el hueso y romperlo de forma controlada, de este modo, se consiguen los resultados que el paciente desea conseguir.

Una de las principales ventajas es este modo de trabajar la estructura nasal, pues se consigue algo que la rinoplastia tradicional no conseguía: un limado milimétrico. Los ultrasonidos evitan que sea necesario crear una fractura de huesos y se respeten todos los tejidos que rodean la estructura.

En cuanto a las cicatrices, el único corte que llega a ser visible es el que se produce entre las dos fosas nasales. Sin embargo, al cabo de 2 o 3 meses, es casi imperceptible para el ojo humano. El resto de tejidos se respetan y no aparecen más marcas.


Recuperación más rápida

La intervención tiene una duración aproximada de 90 minutos, en la que se aplica anestesia general al paciente. Durante el postoperatorio se aplica una férula nasal, que se deberá llevar durante el tiempo que indique el cirujano (entre 5 y 8 días).

Por otro lado, la parte más incómoda son los tapones que deben ser llevados durante un par de días, aunque apenas habrá dolor durante este tiempo. Es únicamente una medida preventiva para reducir las posibilidades de que aparezcan hematomas.

Una vez terminado este tiempo, podrás continuar con tu vida diaria como lo has hecho siempre, teniendo en cuenta que no puedes realizar grandes esfuerzos al principio, necesitando esperar mínimo un mes. También hay que tener en cuenta que no es recomendable utilizar gafas durante esta última etapa.

Los resultados reales son visibles a partir del primer mes, siendo definitivos en tan solo un año. La nariz tarda un tiempo en alcanzar su forma definitiva y el proceso de recuperación puede variar de un paciente a otro, dependiendo de su tipo de piel.